Ilusión es lo que tienen los niños cuando se acerca la fecha de su cumpleaños, cuando reparten las invitaciones, cuando tienen en sus manos paquetes envueltos con papel de colores y cuando, al soplar las velas, piensan en lo que quieren ser de mayores.
Porque los adultos también se ilusionan cuando se acerca la fecha de su cumpleaños, cuando reparten las invitaciones, cuando tienen en sus manos paquetes envueltos con papel de colores y cuando, al soplar las velas, piensan en lo que han llegado a ser de mayores y en lo que quieren ser de ancianos...por todo ello, Feliz Ilusión
"La verdad es que la abuela nos dejaba poco tiempo para el juego libre, pero sí recuerdo jugar a la cuerda. Al caracol tengo jugado un poco más, pero casi con el mismo éxito. Lo que si tuve fueron muchos juguetes, incluso algunas muñecas muy modernas para la época, ya que hablaban andaban y otras pericias, casi como las actuales. También tuvimos un supermercado, con sus estanterías y toda suerte de productos, juguetes de cuerda, coche de capota,...de esa época de abundancia de juegos recuerdo más los disgustos que me tomaba cuando venían las amiguitas a destrozarlo todo y después la abuela se ponía furiosa mandándonos recogerlo todo.
También tuvimos, creo que en más de una ocasión, los famosos juegos reunidos, e incluso cuando era un poco más mayor un microscopio donde podía investigar las moscas y otros insectos que se ponían a tiro.
De "chuches" lo que me acuerdo es de las chocolatinas de Nestlé que nos compraba el abuelo en la confitería García cuando estaba en tierra; y las natitas, que eran unos caramelitos blancos masticables, envueltos como los sugus pero en un papel plateado y mucho más pequeños, daban 10 por un peseta, imagínate.
También había pipas, pero como a una niña, según la abuela, le fue una al pulmón, estaban prohibidas terminantemente. Y los chicles casi lo mismo porque se pegaban a las tripas. En compensación tenía mariquitas mogollón, metidas entre las página de un libro gordo. Pero...también me proporcionaban más de un disgusto, porque se caían y luego no sabía de quien era cada prenda. Hasta que lo resolví poniéndole un nombre a cada una, y el mismo nombre a todos sus complementos.
Y eso sí, muchos cuentos, entre ellos los de Ferrandi, cuentos clásicos, etc. Creo que eran de las cosas que más me gustaban, y recuerdo que la abuela nos compraba uno cada vez que nos llevaba al pediatra".
Mi cumple es el 23 de diciembre y quiero una fiesta made in Sarai!!!
ResponderEliminarSi es que tienes que montar algo porque el mundo merece disfrutar estas cosas tan precioserrimas y creativas q haces!!!!
Cuando vengas a Barcelona lo celebramos por adelantado, sin falta!!! :)
ResponderEliminar