Como veis, ha cambiado el subtítulo del blog: de “buscando
un gustoso y remunerado quehacer”, ahora se puede leer “gracias a Dios,
el gustoso y remunerado quehacer ha sido encontrado”. Y así es :)
Y de verdad que le doy gracias a Dios por ello; porque Él lo ha dirigido todo hasta aquí. Y no sé si este es el lugar mejor o peor donde podría estar, el más cerca o el más lejos, en el que podré adquirir más experiencia o menos..., pero lo que sí sé es que había estado orando durante mucho tiempo para que “el de arriba” dirigiese las cosas, y es Él el que me ha puesto aquí.
En este tiempo estoy acordándome no sabéis cuento de Eclesiastés: de que lo que tengo que hacer ahora, y lo único que puedo hacer en cada una de las etapas de la vida que me toque vivir, es disfrutar de aquello que Dios me pone entre manos. “Así pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?”, “He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte”.
Por lo de pronto, pido a Dios que me dé fuerzas para aprender, ganas para saber más, paciencia para perseverar, y visión para conocer a los que me rodean. Y sin duda, le doy muchas gracias por su mano detrás de mí.
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