Este año, con el grupo de amigos, hemos celebrado la fiesta del "regalo manufacturado" un poco más tarde de lo normal; pero como cada edición, siempre sorprende lo que se puede llegar a hacer con un poco de maña e imaginación.
Ruth acaba de llegar a Barcelona y sería genial que se sintiese como en casa. Por eso, ¿qué mejor regalo que una mermelada y unas galletas caseras, una planta que cuidar y unas bolsitas de té, que le recuerden que "la casa de Ruth es donde Ruth está"?